El texto alude al intento de EEUU e Israel de tratar, “activamente de influir en las decisiones de Japón relacionadas con el GCAP”, para lo que tratan de dar relevancia a la complejidad de este tipo de alianzas internacionales y a las posibles rivalidades que tienen lugar durante el desarrollo de tecnologías de defensa, con la mira pueta en conseguir que EEUU y sus aliados mantengan su influencia en esta área.Se da la circunstancia de que los tres socios del GCAP han tratado a su vez de aprovechar el desencuentro que la agresiva dialéctica del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, está generando con sus antiguos aliados para atraerlos a su iniciativa. En este contexto ya ha trascendido que tanto Canadá como Portugal han recibido información sobre el programa GCAP después de que los ministros de Defensa de ambos países revelasen que se estaban planteando buscar alternativas a la compra prevista de aviones de combate F-35 norteamericanos, como consecuencia de ese distanciamiento de EEUU.