LIGA DOS CAMPEÕESFC Porto eficaz sagra-se bi-campeão europeuO FC Porto voltou a fazer história no futebol português, ao conquistar, pela segunda vez, a mais importante competição europeia de clubes. Na final da Liga dos Campeões, os «dragões» venceram o Mónaco, por 3-0, com golos de Carlos Alberto, Deco e Alenitchev. 21:1826 de Maio 04 O FC Porto sagrou-se, esta quarta-feira, em Gelsenkirchen, campeão da Europa, 17 anos depois de, no Estádio do Prater, em Viena, ter vencido os alemães do Bayern de Munique, por 2-1.Esta quarta-feira, na Alemanha, a equipa treinada por José Mourinho deu, mesmo sem realizar um grande jogo, uma lição táctica à formação francesa, comandada pelo gaulês Didier Deschamps.Foram os monegascos quem entraram melhor em campo. Logo aos três minutos, Giuly, que caminhava isolado em direcção à baliza de Vítor Baía, obrigou o guarda-redes portista a efectuar uma saída atenta dos postes.A partir desta altura, os «dragões» reagiram, começaram a fazer uma melhor circulação de bola e, de certa forma, conseguiram controlar o adversárioO Mónaco, que durante a primeira parte apenas chegou por esta vez com perigo ao último reduto português, teve uma contrariedade ao minuto 23, quando Giuly, lesionado, foi obrigado a ceder o seu lugar ao croata Prso.Aos 30 minutos, um dos auxiliares de Kim Milton Nielsen assinalou, erradamente, um fora-de-jogo ao avançado espanhol do Mónaco Fernando Morientes, quando este tinha somente Vítor Baía pela frente.Oito minutos volvidos, o FC Porto inaugurou o marcador e fixou o resultado com que se chegou ao intervalo.Carlos Alberto estreou-se a marcar na Liga dos Campeões, na sequência de um cruzamento da direita de Paulo Ferreira, ao qual um defesa do Mónaco não se conseguiu opor com êxito, acabando por «oferecer» a bola ao médio ofensivo brasileiro dos «azuis e brancos».Após o reatamento, parecia que o Mónaco tinha reentrado no relvado com o objectivo nítido de inverter o rumo dos acontecimentos.O FC Porto acabou por dar a iniciativa do jogo ao seu oponente, que, apesar de mais pressionante, nunca demonstrou a «arte» e o «engenho» suficientes para desfeitear Vítor Baía.Ao minuto 70, e num lance de «puro» contra-ataque, Alenitchev, que havia rendido Carlos Alberto ao minuto 60, assistiu na perfeição Deco.O internacional português, com um toque de «classe», colocou o esférico fora do alcance do guarda-redes Flávio Roma. Estava feito o 2-0, ao passo que a decisão de quem iria suceder ao AC Milan como campeão europeu estava praticamente «sentenciada».Quatro minutos mais tarde, e uma vez mais no seguimento de um rápido contra-ataque do FC Porto, Derlei rematou, descaído para a esquerda, a bola ainda embateu num jogador do Mónaco e acabou por sobrar para Alenitchev, que, livre de marcação, «encheu o pé» e bateu Roma pela terceira vez na partida. O vencedor da «Liga Milonária» estava encontrado.Até final, o Mónaco ainda reagiu e tudo fez no sentido de alcançar o «golo de honra», mas os remates dos atletas da equipa gaulesa ou saíram ao lado ou por cima da baliza do FC Porto.A eficácia revelada pelos portugueses (três golos em praticamente três remates à baliza) foi decisiva para que o FC Porto se sagrasse, esta quarta-feira, bi-campeão europeu.Quanto ao Mónaco, lutou muito. No entanto, os franceses são, a nível colectivo, inferiores aos «dragões», que mostraram esta quarta-feira toda a sua qualidade futebolística, coesão e espírito de entreajuda em campo.Sob a arbitragem de Kim Milton Nielsen, da Dinamarca, as equipas alinharam da seguinte forma:Mónaco: - Flavio Roma; Hugo Ibarra, Julien Rodriguez, Gael Givet (Sebastian Squillaci, 73') e Patrice Evra; Lucas Bernardi, Andreas Zikos, Edouard Cissé (Shabani Nonda, 64'), Ludovic Giuly (Dado Prso 23') e Jerome Rothen; Fernando Morientes.Suplentes: - Tony Sylva, Adebayor, Sebastian Squillaci, el-Fakiri, Plasil, Dado Prso e Shabani Nonda.FC Porto: - Vítor Baia; Paulo Ferreira, Jorge Costa,Ricardo Carvalho e Nuno Valente; Costinha, Pedro Mendes, Maniche, Deco (Pedro Emanuel, 85') e Carlos Alberto (Alenichev, 60'); Derlei (Benni McCarthy, 78').Suplentes: - Nuno, Ricardo Costa, Pedro Emanuel, Bosingwa, Alenitchev, Jankauskas e Benni McCarthy.Acção disciplinar: Cartão amarelo para Nuno Valente (29'), Carlos Alberto (40') e Jorge Costa (77').
EL OPORTO EXPRIME SU EFECTIVIDADÓSCAR GARCÍA / AS.COM Desenlace El Oporto ha ganado su segunda Copa de Europa en una final sin fútbol, en la que ha exprimido al máximo su efectividad. Los tres primeros disparos de los portugueses entre los tres palos terminaron en gol, algo inusual y que parece un excesivo castigo para el Mónaco, que si bien apenas ha ofrecido mensajes positivos tampoco mereció semejante humillación. Este equipo del Oporto está muy lejos en calidad del que ganó la Copa de Europa de 1987, con Madjer, Futre y Juary a la cabeza, pero es un bloque sin fisuras, que sabe cómo manejar los partidos y se ha acostumbrado a ganar. De la mano de José Mourinho, un técnico meticuloso y perfeccionista, la pasada campaña conquistó la Copa de la UEFA. Este año ha sido la Champions. El Oporto es, sin duda, el rey de Europa. Sólo ha sufrido una derrota en todo el torneo. Fue en la primera fase contra el Real Madrid, que meses después fue humillado por el Mónaco. Cosas del fútbol. Nudo Primer Acto: La final de la Liga de Campeones acostumbra a ser la gran fiesta que cierra la temporada en Europa, pero el espectáculo que han ofrecido Mónaco y Oporto está demasiado lejos de la grandeza de la competición. Milan y Juventus fueron muy criticados por el pobre juego ofrecido en la final de la pasada campaña. En esta ocasión no había equipos italianos sobre el césped, había dos malas copias que han tratado de imitar los peores vicios del calcio. El fútbol ha huido del impresionate Arena AufSchalke, sin duda lo mejor con diferencia de esta final, y tanta responsabilidad tienen de ello el Oporto como el Mónaco. El Oporto porque ha salido, como acostumbra, a no dejar jugar, a cerrar los espacios al rival, un Mónaco que se ha visto obligado a llevar iniciativa y ha dejado al descubierto todas sus carencias creativas. Y mucho más con la lesión de Giuly, el hombre que pone la imaginación en un conjunto demasiado plano. Con las ideas fuera del estadio, el gol llegó en el único disparo entre los tres palos. Carlos Alberto recibió en el área y tras un fallo de Zikos marcó de volea. Excesivo premio para tan pocos méritos. Por cierto, de Morientes no hubo noticias.Segundo Acto: Las ilusiones del Mónaco se desvanecieron definitivamente con dos nuevos golpes del Oporto, que terminó de sentenciar el encuentro con los tantos de Deco y Alenitchev. Magnífico el primero de ellos, que llegó precedido de una posible falta a Morientes. Los portugueses montaron el contragolpe y Deco definió como lo hacen los grandes, mirando hacia la derecha y poniendo el balón en la izquierda. El control del Oporto sobre el partido se acentuó desde entonces y si el buen fútbol no había aparecido hasta entonces no iba a aparecer ahora. Los hombres de Mourinho se encargaron de que el encuentro y las esperanzas del Mónaco fueron agonizando hasta el pitido final. Nada que hacer para Morientes y sus compañeros, que no encontraron nunca los argumentos para contrarrestar el oficio de los portugueses. Prólogo Se marchó del Real Madrid a empujones, sin estar demasiado convencido del paso que daba, pero con la necesidad de buscar un conjunto que le permitiera jugar para ganarse un puesto para la Eurocopa. Esto ya lo ha conseguido y con sus goles ha logrado que un equipo sin grandes virtudes, como el Mónaco, llegue a la final de la Liga de Campeones, torneo del que es máximo goleador. Fernando Morientes ha superado con éxito uno de los retos más importantes de su carrera y en Gelsenkirchen puede ganar su cuarta Copa de Europa. El último obstáculo para ello es el Oporto, un equipo sin fisuras, construido por Mourinho para ganar, que no enamoran con su juego, pero que sabe muy bien lo que quiere.
LA LESIÓN DE GIULY PASÓ FACTURA A UN MÓNACO IMPOTENTEEl fútbol rocoso del Oporto conquista EuropaTOMÁS CAMPOS · Así lo vivimosSí, ya sé que es difícil en los tiempos que corren, pero imagínense a alguien que se haya pasado los últimos tres meses en una misión en el África profunda, sin periódicos y sin televisión. El sujeto en cuestión toma tierra mañana en Barajas y se encuentra con que el Oporto es campeón de Europa. Si no le da un síncope pensará que se ha equivocado de planeta. Ah, y de 'propina' le dicen que la final se la ha ganado... ¡al Mónaco! Pues no es tan raro, oiga. El Oporto ha sido, con mucho, el mejor equipo del Viejo Continente desde que el 24 de febrero se abrieran las 'hostilidades' con los octavos de final. Su fútbol no ha sido el más vistoso, pero su eficacia y consistencia están fuera de toda duda.Defiende como nadie y 'atonta' al rival de turno hasta asestarle un golpe seco y mortal. Mientras, los minutos pasan y pasa que no pasa nada. Un suplicio para el espectador y un deleite para los amantes del 'fútbol probeta'. A Mourinho no le faltarán detractores -menottistas de diseño-, pero cinco títulos en dos años le avalan.Demasiado castigoVaya por delante que el tres a cero es algo engañoso y que el Mónaco no mereció tremendo castigo. Pero la victoria de los 'dragoes' es inapelable. Defendió mejor, aprovechó sus escasas ocasiones y tuvo la suerte de cara. Demasiado para Morientes y compañía.El de Sonseca fue uno de los damnificados del partido. Los centrales lusos se las traen y Morientes acabó empequeñecido tras una Champions antológica. Lástima.Deschamps debió intuir que no era su día cuando Giuly se retiró lesionado a los 24 minutos. Hasta entonces, el menudo y eléctrico atacante galo había sido el único bastión ofensivo del equipo monegasco.Máxima efectividadCon todo, el partido no tenía dueño. Deco 'hibernaba' a la espera de tiempos mejores y Derlei corría tras pases imposibles. Se aproximaba el descanso y la final estaba muy viva. Bastó un pase rifado de Ferreira y un despeje fallido de Zikos para que Carlos Alberto la clavara en la meta defendida por Roma.Los que habíamos visto ya al equipo de Mourinho esta temporada vislumbramos entonces lo que acabaría por llegar: un Mónaco impotente y desesperado y un Oporto agazapado a la espera de la 'estocada' final.Hubo de pasar un buen trecho de la seguna parte, minutos en los que el conjunto francés amagó sin creer nunca en sus opciones, aburrido por tanto fuera de juego -alguno muy dudoso- y sin inquietar nunca a un inédito Baia.Siempre DecoHasta que Deco dijo basta. Una pared entre el centrocampista luso-brasileño y Alenitchev acabó con un remate franco y colocado del primero que significaba el dos a cero. Era suficiente, pero el ruso, que había entrado quince minutos antes, tenía ganas de jarana y aprovechó un centro de Derlei para 'fusilar' sin remisión a un vendido Roma.De ahí al final un cuarto de hora para que los 'olés' poblaran la grada del imponente Arena AufSchalke. Y es que esta vez el Oporto no tuvo ni que esgrimir su habitual juego 'subterráneo' para tumbar a un rival vencido y rendido. Eso sí, nadie ha visto aún reírse al bueno de Mourinho. Este hombre debe tener horchata en las venas, porque la ocasión no podía ser más propicia. En fin, cuestión de carácter.
EL PORTUGUÉS ANOTÓ EL SEGUNDO GOL Y FUE EL MEJOR DE SU EQUIPODeco, elegido mejor jugador de la finalDeco fue declarado por la UEFA mejor jugador de la final de la Liga de Campeones, disputada en el Arena UfSchalke de Gelsenkirchen (Alemania). El mediapunta portugués marcó el segundo gol al culminar con suma tranquilidad un contragolpe conducido por Dimitri Aletnichev, tras una jugada iniciada por el propio jugador portugués de origen brasileño.Anderson de Souza, más conocido por Deco, era un brasileño desconocido en su país de origen, donde jugó en el Nacional de Sao Paulo y en el Corinthians Alagoano, antes de probar en Portugal, en el Alverca y Salgueiros, y ahora es pieza codiciada por los mejores equipos europeos. El año pasado, el seleccionador de Portugal, el brasileño Luiz Felipe Scolari, propulsó su nacionalización y jugará la Eurocopa con su país de adopción, Portugal.
Mas para mim o Ricardo Carvalho esteve como sempre magnifico.
