Una preciosa mañana , nada que hacer y la batería de la cámara de fotos cargada...
He sacado a pasear a las perras y Elvas estaba insinuante y resplandeciente un poco más allá. Mi mente fué a la batalla de las Linhas... quizás sea la hora de la revancha, decidí ir a conquistar Elvas.
No se puede tomar Elvas sin conquistar primero el fuerte de Santa Luzia. Ya lo pensaron tras la guerra de la Restauración y decidieron fortificar este cerro desde el que se domina bien Elvas. El proyecto dió lugar a muchas discusiones hasta que fué terminado en 1688, siendo rey de Portugal Don Joao IV.
Decidí atravesar el primer muro de la fortaleza, lo que conseguí con tanta destreza que nadie se apercibió. Tenía el campo libre...

Atravesé esa primera puerta y me encaminé hacia la segunda. Allí había un guardia que inmediatamente me vió. Dudé un segundo, pero enseguida mi sangre extremeña (heredera de aquellos que conquistaron América) me dió el valor suficiente para vencer ese obstáculo.
- Bom dia
- Bom dia
- Ainda está fechado mas se quiser pasar...
- Obrigado, muito amavel.

Había conseguido engañarlo y me dispuse a atravesar la segunda y más importante puerta. Alcé los ojos y ví una inscripción en la puerta:

"B. LUZIAE TUTELA INEXPUNB. ARX
FREMENTIS CASTELLAE FRAENUM
LUSIT LIBERT SUB SEREM REGE IOANNE IV
LAUREATUM ET PALMARE TROPHEUM
ARMIPOSTE. MAXO. MART ALPH. DE MELLO
COMITE S. LAURENT PERFECTA AN 1688"
No recuerdo mucho el latín del instituto, pero me parece que dice que los castellanos tienen que entrar con la cabeza agachada por si acaso les cae algo encima. Ante tal aviso decido no entrar y dar una vuelta de exploración de las defensas. Tomo nota de los emplazamientos de su artillería, fundamental para planear un posterior asalto.


Tras una detenida observación, decido aplazar el asalto final hasta que consiga averiguar como los portugueses consiguen meter esos proyectiles de piedra en esos cañones tan pequeños. No quiero llevarme sorpresas.

Prometo volver...