La Armada doblará el número de sus buques de combate de superficieOctavio Díez Cámara, 28 de diciembre de 2024

El análisis detallado de los planes de la Armada española en relación con sus objetivos dentro de la planificación “Armada 2050” es especialmente positivo respecto a la futura flota de buques de combate de superficie con la que ejercer el poder naval.
La situación actual de la Armada, con seis fragatas del tipo FFG o “Santa María” que ya están en vías de ser retiradas coincidiendo con el cambio de esta década y cinco fragatas del tipo F-100 que está planificado modernizar coincidiendo con la mitad de su vida útil (MLU, Mid Life Update), no es mala y se dispone de 11 buques de combate de superficie para realizar las diferentes misiones propias y para participar en aquellas alianzas internacionales a las que España aporta buques. Los BAM (Buques de Acción Marítima) no se incluirían porque en mi opinión son poco más que patrulleros de muy largo radio de acción y no tienen potencia militar suficiente para, realmente, ser considerados como plataformas de combate.
La situación va a cambiar y va a ser pronto mucho más positiva. Si tomamos en cuenta los diversos planes actualmente en marcha es más que previsible que se doble el número de buques de combate de superficie en un plazo de entre diez y quince años. Es una apuesta clara de la Armada por mejorar sus actuales capacidades y por situarse entre las marinas líderes de nuestro entorno, voluntad que consideramos positiva y necesaria.
A las cinco F-110 ya contratadas se unirán dos más evolucionadas en lo que son sus capacidades y que podrán ser usadas como buques de Mando. (Octavio Díez Cámara)El refuerzo en lo que a número de buques se refiere se sustenta en una serie de actuaciones ya en curso. Una es la que afecta a las fragatas F-110 de las que, con un marcado carácter antisubmarino (ASW, Anti Submarine Warfare) se están ya construyendo cinco para reemplazar a las “Santa María”, aunque las previsiones apuntan ya a que la serie incluiría dos más adicionales optimizadas para incidir en que sean más polivalentes: más capaces para la guerra antiaérea (AAW, Anti Air Warfare), la antisuperficie y la antisubmarina cercana (ASUW/MPF) y para actuar como buque de Mando.
Paralelamente a su llegada, se van a recibir en la Armada los dos BAM -el 7º y 8º- ya contratados que hoy están en un proceso de estudio de ingeniería para definir cómo serán, aunque ya se sabe que incluirán medios para hacerlos más efectivos, y capaces de actuar como buques de combate de superficie, en cometidos antisubmarinos y de guerra de superficie.
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La capacidad de los buques de combate de superficie de la Armada llama la atención en aquellos foros donde se presentan. (Octavio Díez Cámara)
Si todo avanza como está previsto, a principios de la próxima década comenzarán a llegar también los seis ejemplares de las corbetas europeas del concepto EPC (European Patrol Corvette). Serán naves de unos 110 metros de eslora y 3.000 toneladas de desplazamiento optimizadas para complementar como escoltas de segunda línea, junto a los dos BAM nuevos señalados, a las fragatas tipo F-100 y F-110. En total en la segunda mitad de la próxima década podrían estar en servicio hasta doce fragatas, seis corbetas y dos BAM modificados, número que totaliza los 20 buques de combate de superficie y se doblaría el número de los que actualmente se dispone.
No acaba ahí la voluntad y por esas fechas podría también concretarse el inicio de la llegada a la Armada española de una serie de buques de escolta del tipo ECV (European Combat Vessel) que, con un tamaño a caballo entre fragata y destructor e incorporando capacidades disruptoras, está siendo diseñado con otros países europeos para que su fabricación se inicie ya en 2030 y se prolongue hasta 2045. Siguiendo la tradición, lo más probable es que España solicitase cinco o seis de estos navíos de combate tan relevantes. (Octavio Díez Cámara)
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