Si Galicia
perteneciese a Portugal ya no sería Galicia, sino la nueva
'Regiao Norte'. Estaría dividida en media docena de distritos gobernados desde Lisboa, y en cuanto al idioma sólo se hablaría
'galego autêntico'. Es decir: portugués.
En estos momentos los de la
'Regiao Norte' nos estaríamos quejando de la falta de trabajo, de los altos impuestos, de la mala sanidad y educación, de la emigración. De la mala suerte de tener como vecinos a los
'malvados espanhóis' en lugar de a los británicos o suecos.
Pero protestar dentro de un orden, como Zé Povinho. Quien recordase Galicia sería considerado un
'traidor a Naçao'. Un apestado, un
'castelhanista'. Habría que dar gracias de ser
lusos, aunque los lusitanos jamás llegaron a pisar Galicia. Habría que dar gracias de ser
'independientes', aunque gobernados por un régimen centralista. Habría que dar gracias de hablar en la lengua de Pessoa, aunque sea una lengua completamente ajena a Galicia. Habría que dar gracias de vivir en Portugal y resignarse a ser más pobres que el resto de los europeos. Habría que dar gracias de poder hablar en
'galego autêntico', y no en ese criollo castellanizado en el que escribían
Rosalía de Castro o Daniel Castelao. Pero claro, eso no sería un
'genocidio cultural' ni una
'descaracterización' sino una demostración de
'irmandade' y el reconocimiento final (tras tres intentos anteriores) del caracter lusitano de Galicia. El genocidio cultural es propio de
malvados castelhanos, o de
'galegos descaracterizados'. En Portugal sí que se respetan las diferencias y la diversidad cultural... y el que opine distinto que tenga cuidado, que
aquí se toma nota de los nombres de los traidores